La Ley de Marcas (artículo 4) establece que se pueden utilizar diferentes tipos de signos para distinguir productos o servicios en el mercado. Estos signos incluyen palabras, dibujos, letras, números, colores, la forma del producto o de su embalaje y sonidos. Sin embargo, para que estos signos sean considerados como marcas, es necesario que sean capaces de diferenciar los productos o servicios de una empresa de los de otras y que puedan ser representados de manera clara y precisa en el Registro de Marcas, lo que permitirá que tanto las autoridades como el público en general puedan entender su significado y alcance.

El hecho de haber creado y utilizado un logotipo durante un largo período de tiempo no implica automáticamente la obtención de los derechos de propiedad sobre el mismo. En teoría, cualquier persona puede registrar este logotipo y adquirir el derecho a su exclusividad. Por esta razón, resulta fundamental registrar una marca, tanto si se ha utilizado durante un largo período de tiempo como si se trata de una marca recién creada, para asegurarse de que se adquieren y protegen los derechos de propiedad correspondientes.

La marca tiene una duración de 10 años, renovable en períodos iguales y específicos. Para mantener la marca registrada, es necesario utilizarla en el mercado y renovarla cada 10 años. De esta manera, se asegura que la marca siga siendo propiedad exclusiva del titular y se evita su pérdida debido a la falta de uso o renovación.

El registro de una marca comienza con la presentación de la documentación requerida y puede tardar de 4 a 8 meses, aunque en algunos casos puede tardar más tiempo.

Si la solicitud no recibe oposiciones ni objeciones de fondo o forma, el tiempo de resolución será de aproximadamente 7 meses y medio. Sin embargo, la ley concede a la oficina hasta 12 meses para resolver.

Por otro lado, si la solicitud recibe oposiciones u objeciones de fondo o forma, el proceso de resolución se extenderá hasta unos 15 meses desde la recepción. No obstante, la ley permite que la oficina se tome hasta 20 meses para resolver en estos casos.

Aunque una marca puede ser utilizada desde el momento en que se solicita su registro, se aconseja esperar a que sea aprobada. Si la marca tiene algún problema durante el proceso de concesión y es finalmente denegada, existe el riesgo de perder la inversión publicitaria realizada con ella.

Por lo tanto, se recomienda esperar a que la marca sea concedida antes de usarla, lo que garantizará su seguridad y evitará posibles pérdidas económicas en caso de que sea rechazada.